Como ya he dicho en alguna ocasión llevo un tiempo haciendo pruebas de freelensing, sin embargo no se me había presentado la circunstancia de «encontrarme» con una foto en la que pensase que esta técnica me iba a aportar ese «algo más» que solemos buscar al hacer la foto.
El otro día durante la hora de la comida me senté en un banco de un parque. Estaba jugando con el móvil mientras hacía tiempo hasta que diese la hora de volver al trabajo y vi pasar a un hombre con una pipa en la mano. Me fijé en él y vi que se sentaba en un banco más a la derecha de mi posición.
La foto estaba casi dibujada en mi mente.
El camino del parque hacía una línea diagonal estupenda y el hombre con la pipa era el punto de interés que buscaba. Sin embargo había un problema: el único objetivo que llevaba en ese momento era demasiado angular para la foto que tenía en la cabeza, con un encuadre mucho más cerrado.
Tenía la opción de acercarme, pero lo más probable es que el hombre se fijase en mí y no quería eso.
Entonces, si lo que quería era centrar la atención en la parte de la foto en la que estaba el fumador ¿por qué no usar la técnica de liberar el objetivo para hacerlo?
Saqué la cámara y en ese momento el protagonista involuntario miró hacia donde yo me encontraba. ¿Me había cazado? Me interesaba que el fumador se volviese a olvidar de mi, así que pasé de jugar con el móvil a «jugar» con la cámara. Hice un par de fotos como si estuviese probando la cámara (que aproveché para medir bien la luz). Me giraba a un lado y hacía una foto, me giraba al contrario y hacía otra… así él perdió el interés en mi y se acostumbró al sonido del obturador.
Supongo que el hombre pensó que estaba haciendo pruebas con una cámara recién comprada… o simplemente que soy idiota y estaba actuando como tal.
Mientras disparaba y disimulaba tenía el rabillo del ojo puesto en él. Ya tenía el objetivo separado de la cámara y más o menos la distancia cogida, así que cuando vi que se giraba hacia el lado que yo quería (mirada perdida hacia lo que iba a ser el fondo de la foto) rápidamente encuadré y disparé un par de veces para después volver a disimular un poco y finalmente guardar la cámara.
En el procesado convertí la fotografía a bitono (los fríos a verde los cálidos a ocre) por un doble motivo. Primero es que creo que le funciona un revelado «retro», el segundo y más importante es por la composición en sí.
La vista suele ir a las zonas más claras de la foto y si además hay una gran variedad de colores vivos es muy posible que se mueva de un lado a otro sin rumbo fijo. En esta foto el que yo quería que fuese mi sujeto era más oscuro y con unos colores más apagados que el entorno, al convertir todo a bitono este handicap queda eliminado.
Así, con el desenfoque que proporciona la técnica de freelensing, el bitono y la diagonal que genera el camino la mirada debe confluir en el hombre de la pipa. O al menos esa era mi intención (si pensáis lo contrario no dudéis en decirlo en los comentarios).
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muchas gracias…. maestro